El
primer equipo de la Sociedad Deportiva Lenense Proinastur ha encajado su primera derrota de la
temporada al caer en su feudo del Estadio Apptelo Sotón por 1-2 frente al Madalena Morcín.
Después
de unos cuantos años volvió a sacudir ese “síndrome
de Les Feries”, aquel por el que los verdiblancos nunca ganaban en casa coincidiendo con las
patronales, que además se ha reforzado con otro más joven y
que debemos de atajar ya que es el “síndrome del
remolque”.
A los de Alfonso Arias les volvió
afrontar un partido contracorriente por deméritos propios. En el
primer córner del partido, a los tres minutos, Pibe, uno de los morciniegos con menos talla física, remataba
libre de marca para establecer el 0-1.
Ya
con ventaja, a los ajedrezados les
importó muy poco o nada entregarle el control del partido al Lenense Proinastur, que lo
asumió con paciencia y toque, pero con poca claridad de ideas,
para intentar finiquitar a la contra.
El
doble cambio introducido por Fonso al descanso
dio a los de casa un aire nuevo y pronto llegó el empate. En el
mundo al revés, Álvaro, tras una muy buena jugada personal
por la izquierda, centró al segundo palo donde Varo López
llegó con fe y con el interior para poner el empate a uno que el Lenense Proinastur merecía
sobradamente.
Berto estuvo
a punto de romperlo, pero su toque por encima del portero tras un gran
desmarque a la espalda se fue ligeramente alto y, casi a renglón
seguido, vino la locura colectiva que terminó significando la
puntilla para los locales.
El
árbitro interpretó mano voluntaria de Brian cuando se
tiró en tacle a tapar un centro dentro del área y
decretó penalti. Rafa De Diego lo detuvo y, segundos
después, el colegiado ordenó repetirlo al entender que el
guardameta se había adelantado. Cuando se iba a volver a ejecutar,
el segundo asistente se plantó para que su “superior”
amonestara por ello a Rafa De Diego que resultó expulsado al tener
ya una tarjeta.
El
lanzamiento se ejecutó con nuevos protagonistas y, esta vez
sí, Borja acertó a batir a Abraham, que tuvo que salir sin
calentar y casi lo paga con una lesión muscular que detuvo el
partido varios minutos.
La
grada del Estadio Apptelo Sotón se encendió para intentar tirar de los suyos,
pero este extraño calor de octubre y el esfuerzo físico
pasaban ya mucha factura y resultó imposible incomodar a un
Madalena que aprovechó la superioridad numérica para
“esconder” el balón con criterio, que no se jugara
casi nada en su territorio y asegurarse los tres puntos.
FICHA
DEL PARTIDO
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